domingo, 29 de mayo de 2011

Colombia, vida, lucha y esperanza





Kathy es una profesora colombiana que ama a su país con todas sus fuerzas. Se entrega a él con su trabajo diario, intentando inculcar, en cada alumno, el orgullo de ser colombiano y lucha por dibujar en sus mentes el futuro de una Colombia mejor.
Al parecer, este año, ha organizado un baile con sus alumnas -a las que adora como si fueran sus propias hijas- un baile típico colombiano, como no podía ser de otro modo.
Viendo el vídeo, que ha colgado en YouTube, no he podido dejar de fijarme en las caras de esas lindas jovencitas y he apreciado en ellas la pureza de sus sonrisas y la esperanza de sus miradas.
Por sus comentarios en la entrada anterior, que dediqué al pintor colombiano Willy Ramos, algo me dice que le toqué, malamente, la fibra patriota. Algo de mis comentarios no llegó a cuadrarle demasiado. No fue mi intención hablar mal de Colombia ni de los colombianos. Todo lo contrario. Para mí, Colombia es un país admirable, que afortunadamente ya he visitado en dos ocasiones y por el que siento un profundo y enorme respeto.
Lo que es evidente y admirable para mí, es que Colombia cuente con maestras y maestros como Kathy, que se implican, en cuerpo y alma, por la educación de sus alumnos.
La cultura es lo más grande que un país puede legarle a sus hijos y Kathy lo sabe muy bien.



jueves, 26 de mayo de 2011

Caca de la vaca



Creo que alguien que, a una cadena de tiendas de ropa y complementos, tiene el atrevimiento de ponerle como nombre: Caca de la vaca, tiene lo mismo de valiente que de provocador. La verdad que las tiendas -yo he visto dos, una en Santa Cruz de la Palma y otra en los Llanos de Aridane, ambas en la Isla de La Palma- son atrevidas e innovadoras. No he podido dejar de imaginarme lo que yo vendería en una tienda con ese nombre y, mientras cenaba una triste crema de tomate y dos croquetas de jamón en una apacible terracita, eso sí, regadas con una jarrita de vino blanco de Fuencaliente, he realizado el inventario mental que paso a describir a continuación:



  • Regalos para suegras. (sin ánimo de ofender)


  • Regalos para despedidas de solteras.


  • Artículos de broma (incluyendo bombas fétidas y cacas de plástico)


  • Tendría una sección de compra-venta de regalos indeseables ( aquellos que te regalan y se te queda la cara de gilipollas o como si olieras a podrido)


  • Sección de alimentación especializada en productos envasados y pasados de fecha.


  • Ropa con defectos de fabricación.


  • Artículos de menaje y herramientas para zurdos.


  • Apartado de calzado sin pareja (no habría dos iguales)


  • Venta de ropa sado de segunda mano.


  • Sección de fotografías de pillados de famosillos casposos (las que no quiere ni la prensa rosa, ni la prensa amarilla, ni tan siquiera la prensa local), precio a convenir.


  • Sección de animales de compañía abandonados, tales como conejos de indias, monos titís, tortugas de dos cabezas, boas constrictor, peces rojos descoloridos, etc.


  • En librería tendríamos en oferta de liquidación: los programas electorales del PP y PSOE, las páginas amarillas de los años 90 al 2011 ambos inclusive, una versión del Quijote facsímil del año 1612, editada en Sevilla y toda la colección de Playboy desde su creación en el año 56 antes de Cristo (las hojas no están pegadas)

Además, en mi tienda Caca de la Vaca, no todo el mundo podría comprar, ni mucho menos, tan solo sería para asociados, los cuales podrían votar cada mes para proponer nuevas secciones o artículos que vinieran a renovar el catálogo.
La mía sí sería una tienda de mierda. Esta de La Palma no lo es.
Busco inversionistas para mi proyecto. Razón aquí.

domingo, 22 de mayo de 2011

Willy Ramos y el color






Estos días en el Centro de Arte Palacio Almudí de Murcia, se puede contemplar la exposición "Un mundo luminoso" del artista colombiano Willy Ramos, que va y viene, por estos lares, desde hace algunas décadas, formando parte de esos artistas que, pese a ser extranjeros, ya los consideramos como nuestros. Willy Ramos está y estará asociado siempre al color. Sus cuadros son explosiones cromáticas de apariencias infantiles, de formas florales, orgánicas, corporales, de siluetas de edificios y objetos cotidianos. Su obsesión por la utilización del color quizás tenga que ver tanto con sus orígenes como por sus referentes artísticos, entre los que, a bote pronto, yo destacaría, sin duda, a Matisse.
Observando sus cuadros esta mañana, junto a mi familia, mi cerebro, mecánicamente, ha asociado sus pinturas a la infinita gama cromática del Arco Iris, fenómeno éste que nos aporta la ilusión y la tranquilidad tras la caída de un tremendo aguacero. En Colombia llevan meses que no cesa la lluvia y las inundaciones llevan en jaque a casi todo el país. Mientras, en otro orden de cosas, la guerrilla no entrega las armas, el narcotráfico campa a sus anchas y el pueblo emigra a Estados Unidos o Europa, en busca de su propio Arco Iris.
Willy Ramos representa todo eso. Sus vivos colores son, sin duda, la translación a los lienzos de sus propios sueños y su firme esperanza por una Colombia mejor.

sábado, 21 de mayo de 2011

No estábamos muertos

















Tengo que reconocer públicamente que lo llegué a pensar. No me sentía identificado con mis conciudadanos. Me sentía como una isla rodeada de un océano ajeno.

Llegué a creerme un bicho raro, una especie en peligro de extinción como a las que dediqué, en mi juventud, tanto tiempo a proteger.

Pero estaba en un error. Decenas de miles de personas estos días han salido a la calle diciendo todo lo que yo pensaba, sintiendo como yo sentía y, la verdad, ha sido, para mí, un alivio tremendo.

La gente no estaba muerta, estaba de parranda. Estábamos en otras historias hasta que nos hemos dado cuenta de que nos estaban dejando fuera de juego.

Salí a la calle ayer, día 20 de mayo, a mostrar mi repulsa al bipartidismo, a la corrupción y chillar a los cuatro vientos que estoy INDIGNADO con un sistema con el que no me siento identificado.

Nuestra reunión fue en La Glorieta de Murcia, nos reunimos allí varios miles de personas de toda índole y condición, de tal forma que, algunos de nosotros, nos sorprendíamos de ver a otras personas que, a priori, nunca nos pensábamos que pudieran estar allí. Pero allí estaban. Allí estábamos.

Para los que no me conozcan, les diré que no soy un rastafari, ni un porrero, ni un alucinado, ni un antisistema por sistema, soy, tan sólo, una persona normal harta de ver cómo engordan, al unísono, las listas de desempleados y la de los pingües beneficios de los bancos. Harto e indignado de desahucios, de corrupción y de políticos partidistas y sin respeto al ciudadano.

Creo, bajo mi humilde punto de vista, que los ciudadanos estamos exigiendo otra forma de política, otro estilo de políticos, otra forma de sentirnos ciudadanos, útiles, participativos y vivos.

Es hora de que dejemos de lado nuestros ordenadores y nuestro Facebook y tomemos las calles, allí se nos ve, allí estamos juntos. Eso es lo que nos hace fuertes.

No estábamos muertos. Hemos resucitado y están preocupados por que ya no se contaba con nosotros para esta fiesta.

Mañana id a votar a quien os dé la gana, o en blanco, o metiendo en un sobre la foto de un retrete, o un billete del Monopoli. Pero el lunes, gane quien gane, seguiremos juntos exigiendo dignidad, exigiendo una democracia real por y para todos los ciudadanos sin excepción.

Hoy me volvió a gustar mi gente. Me ha vuelto a ilusionar mi país. He llorado al comprobar que una parte de mí, que estaba muerta, ha resucitado.

jueves, 19 de mayo de 2011

Movilizaciones de los "indignados españoles"







Un movimiento social, cuyo denominador común es la indignación, está tomando las calles y las plazas de toda España. Su posición política está definida como un movimiento popular y democrático real, frente al sistema democrático actual, que ha sido víctima de sucesivos gobiernos que se han preocupado más por conservar el poder que por los ciudadanos que ilusionadamente les dieron su voto. El bipartidismo se ha tornado en un gran cáncer. Provoca el vómito ver cualquier intervención: PP o PSOE, sólo hablan de ellos. No aportan soluciones y se la trae al pairo lo que pasa realmente en la calle, en la cola del INEM, o en la mente de las personas que su ilusión y su cuenta bancaria se hallan en números rojos.


No sé ni cómo, ni dónde ha surgido la chispa, pero benditos sean los que comenzaron a alzar la voz, los que iniciaron y alentaron estas movilizaciones ciudadanas.


La gente necesita sentirse respetada y la clase política nos está faltando al respeto. La indignación ya está aquí. El vaso de la paciencia se desbordó. ¡Los españoles están vivos!


Aquí no hay diferencias: ni derechas, ni izquierdas, ni centro, ni catalanes, ni vascos, ni andaluces, ni negros, ni blancos, ni jóvenes, ni viejos, ni hombres, ni mujeres. Somos gente corriente que pide dignidad a los políticos, que grita contra el neocaciquismo de los bancos que nos tienen cogidos por los huevos y que pretenden, sin reparo alguno, dar al traste con todas las conquistas sociales que tanto les costó conseguir a nuestros padres y a nuestros abuelos.


Indignación es lo menos que podríamos mostrar, antes de que se sirvieran en bandeja nuestras cabezas.


¡Democracia real, ya!

sábado, 14 de mayo de 2011

Maldito karma













David Safier es un escritor alemán especialista en el lenguaje de masas. Sus orígenes están ligados a exitosas series de televisión en aquel país. El argumento -o guión- de su libro `Maldito karma´ nos traslada a un continuo trajín de reencarnaciones, ahora en hormiga, ahora en lombriz, más tarde en cobaya, o en perro y, al final, en una señora entrada en carnes, en cuyo orondo cuerpo, consiguió regresar al lado de su familia después de que, la caída a la tierra del lavabo de una estación espacial, le partiera la crisma y se vieran truncados, con el golpe, sus sueños de mujer, de madre y de popular presentadora televisiva.
Nunca me había planteado la posibilidad de que, en mi vida anterior, yo hubiera estado reencarnado en algo, pero esta noche, al regresar de una juerga en La Cantinita de Oaxaca y acostarme en el Hotel Fortín Plaza, he soñado con un prado verde enorme, con montañas nevadas al fondo y me he visto rodeado de vacas a las que montaba con gran dedicación y vigor. Me he despertado sobresaltado. He conectado el ordenador, pese a la hora, para mirar en Internet si, en mi tierra, se había repetido alguna réplica del terremoto que días pasados asolara la milenaria ciudad de Lorca (Murcia). Me  he quedado un poco más tranquilo al ver que la cosa no ha ido a más. Pero en ese instante de indecisión, entre acostarme de nuevo o cortarme las uñas de los pies, he asociado, recordando el libro en cuestión, mi sueño como un recuerdo de una vida pasada en la que yo fui -supuestamente- un toro semental.
Estos días en Oaxaca me han acercado a la reencarnación, cosa en la que nunca en mi vida había reparado antes. La cosa comenzó cuando me reencontré con mi amigo Derly Trujillo Cortés, que tuvo la desgracia, hace poco más de un año, de que un tráiler se cruzara en su camino y su coche quedara literalmente hecho un planchado amasijo de hierros. A él lo sacaron sin un hueso sano y con la apariencia de un Whopper sin queso poco hecho.
Derly se empeñó en no reencarnarse en un Whopper, ni en una vaca, ni en un mono araña. Peleó contra Buda durante muchos días, en los que estuvo fuera de este mundo, para reencarnarse en sí mismo. Y lo consiguió.
Después de muchas calamidades, decidió darnos a todos muestras de su fortaleza. Tras esa victoria frente a Buda o frente a su trágico destino. Su cuerpo recompuesto a base de hierros y recortes de quirófano no quería resignarse a no volver a ser lo que fue. Si regresó a este mundo, fue para reencarnarse en el Derly Trujillo que había sido siempre.
La primera visita a sus clientes de Tahe de Chiapas (México) la hizo cargado en brazos de sus compañeros. Las siguientes ya con muletas acompañado de un chófer. En todo este tiempo estuvo en contacto con ellos telefónicamente. Él estaba vivo para ser Derly y ni los hierros, ni las muletas, ni sus cicatrices se lo iban a impedir.
Hoy, en la Convención de Asesores Comerciales de Tahe México, todos sus compañeros le hemos brindado un emotivo homenaje y él nos ha brindado a todos un incomparable e inolvidable ejemplo.
Derly ha vuelto a ser Derly, no quiso ser nada más.

sábado, 7 de mayo de 2011

Espere su turno




A la espera estamos. Casi cinco millones de parados esperan a que alguien o algo los contrate. ¿Dónde queda ahora la ostentación?¿Dónde se encuentran ahora esos jóvenes que dejaban los estudios para trabajar en el sector de la construcción para, de ese modo, comprarse antes el BMW tuneado y poder fardar chirriando ruedas? ¿Dónde queda la iniciativa privada? Por preocuparnos más de aparentar que de nuestra educación, ahora cagamos las plumas.




Pero no es por meterme con los jóvenes, ni mucho menos, la culpa la tenían los políticos que fomentaban la anticultura. Un pueblo tonto es un pueblo más dócil y eso les conviene. El ídolo engominado con ropa de marca y cochazo, se ha convertido en una figura perdedora, en un personaje por el que todo el mundo apostaba y se vanagloriaba y, ahora, se lamenta de su desgracia achacando toda su ruina al gobierno actual. Realmente si el gobierno actual fuera otro, el ataque sería contra otro, da igual. Los humanos tenemos la mala tendencia de justificar nuestras culpas echándole el muerto al vecino o al primo que nos cae mal. El dinero fácil era un dinero envenenado. El cuento de la lechera volvió a repetirse por enésima vez.




El trabajo serio y constante, el aprendizaje concienzudo y la superación personal para llegar a la maestría profesional dieron paso a la chapuza y al `todo vale´. Ahora los que ganaban una pasta trabajando supuestamente de pintores no tienen ni idea del oficio, lo mismo ocurre con los albañiles, los carpinteros, los fontaneros, los electricistas, etc. la mayoría de ellos no aprendieron ni el oficio. Eso sí: son expertos en aparentar que lo saben todo. Son maestros de la chapuza.




Ahora todo un país llora y se lamenta de una situación insostenible, de un gobierno inoperante y torpe, que no ha sabido encontrar el camino para sacar al 21% de su población activa, que está desactivada, del enorme problema en el que se haya inmersa.




Pienso en todo esto, que he vivido en primera persona, de una manera reflexiva, desde el punto de vista de un ciudadano progresista que entiende que, al igual que los gobiernos pueden equivocar sus estrategias de desarrollo, los ciudadanos también debemos de ser capaces de asumir nuestros errores. Los españoles nos hemos equivocado apostando todo a un caballo perdedor.




Pero en esta espera agónica, que no sabemos cuando acabará, hay algo evidentemente dañino: los bancos. Los mercados de capitales y sus alentadores promotores neoliberalistas (los palmeros de este tablao). Todos ellos siguen con sus trajes relucientes, con sus zapatos impolutos, con sus cochazos y sus chóferes con gorra de plato, con sus impecables balances de resultados y sus operaciones especulativas contra las deudas soberanas, contra los que pierden sus casas, y lo hacen con tanta elegancia que ni tan siquiera pierden su dignidad, tal vez por que, sencillamente nunca la tuvieron. Son una nueva casta de intocables.




Estimados lectores, entre todos estamos intentando sacar este barco a flote, pero tiene tantas vías de agua que, por mucho que achicamos, no tenemos certeza de que lo hagamos navegar.




De cualquier forma, no se desesperen y sigan aguardando su turno.




Cuando "la Bestia" calme su incertidumbre hará circular el dinero y quizás, todos los que vivamos aún, respiraremos aliviados.

jueves, 5 de mayo de 2011

El abrazo de Carlos Pardo









































Hoy he tenido la gran fortuna de poder asistir a la inauguración de la exposición de pintura "Piedra Viva" que mi entrañable amigo Carlos Pardo ha presentado en la Galería de Arte Cuadros López de Murcia.
Por ella ha desfilado toda la flor y nata del panorama artístico murciano. La crème de la crème. No los nombro por no olvidarme de ninguno, pero desde el entierro del pintor José Maria Párraga, no veía a tanto artista junto.
También ha asistido el Rector de la Universidad de Murcia, los principales críticos de arte de la ciudad además de personajes públicos de diferente condición, y todos ellos, de manera unánime, han alabado la grandeza y la fuerza de unos óleos que se han ganado, desde hoy, un lugar preferencial en la vanguardia pictórica regional.
Todo ese maremagnum, alrededor de la luchadora figura de mi genial amigo ha terminado por vencerme. He llorado como si la inauguración, en lugar de la de mi amigo de toda la vida, hubiera sido la de mi hija, o la mía propia. Por mi mente han desfilado, como una ráfaga invisible, una innumerable secuencia de imágenes que comenzaban con un Carlos niño que amaba apasionadamente a los animales; continuaba con un Carlos rebelde y adolescente; avanzaba con un Carlos alejado de la sociedad, refugiado en su sueño utópico de la Rambla del Parrillar; y desembocaba en el apoteósico éxito que hoy me ha tocado contemplar y compartir a su lado.
Todo para mí ha tenido un entrañable e indescriptible valor, pero, siempre quedará para el recuerdo el inmenso abrazo de cariño que me brindó mi amigo y compañero de ilusiones Carlos Pardo.
Si alguien puede darnos charlas y conferencias de superación personal ese es, sin duda alguna, el desde hoy prestigioso pintor murciano D. Carlos Pardo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Las chicas de oro
















Al Caserío de Inazares (Moratalla-Murcia) me llevé, sin que ellas supieran para qué, a todo el equipo de Telemarketing. Por fin les tocó. Las saqué de sus cuatro paredes, las aparté de sus teléfonos y me las llevé a donde Jesucristo perdió el alpargate. Al llegar, el canto de los pájaros y el rebuznar de los burros, les brindó un original recibimiento, que terminó por descolocarlas por completo.



Mientras se daban cuenta que sus teléfonos móviles se quedaban sin cobertura, ocupamos la vieja aula, que hace décadas que no acoge a ningún alumno. La primera dinámica consistió en descubrir esta pequeña aldea de montaña. Los dos equipos que formamos se adentraron en sus callejuelas, entrevistaron a sus escasos y envejecidos habitantes, sin saber en ningún momento, que lo que estaban haciendo era iniciar un juego en la búsqueda de su propia realidad.



Posteriormente los dos equipos defendieron su trabajo de investigación, con más o menos rigor científico y con más o menos rigor estilístico, pero, de cualquier forma, inconscientemente ya se estaban adentrado en un viaje sin retorno que les llevaría a disfrutar de una jornada de trabajo, tan valiosa como diferente, a todas las demás.



Tras la dinámica "defiende y argumenta tu frase" nos fuímos a comer un rico y calorico menú tradicional, donde el cerdo y los embutidos fueron "excepcionalmente" los protagonistas, ya que todos los participantes estamos inmersos, como es obvio, en la "operación bikini".



Ya en la tarde, comenzamos con la dinámica: "Me he dado cuenta de..." y finalizamos con el último juego denominado: "La rueda de prensa", donde afloraron muchos sentimientos que permanecían latentes y secuestrados, encontrando de ese modo, la salida de la forma más bonita que jamás podíamos haber soñado.



Lloramos, nos emocionamos, nos abrazamos, nos sentimos compañeros, nos entendimos y nos planteamos llevarnos mejor, ya que, descubrimos entre todos, que no tiene sentido alguno el que entre compañeros, no nos llevemos bien y no nos apoyemos todos como si fueramos una gran familia.



Las chicas de oro, mis chicas de oro, no son de oro porque todas sean rubias, no es por eso. Son de oro por que año tras año, cubren sobradamente con sus objetivos, e inclusive, como en el curso que disfrutamos días pasados en el Caserío de Inazares, son capaces de sorprendernos y de dejar en mantillas cualquiera de nuestras expectativas.



Es por eso que siempre digo que mis chicas de telemarketing valen su peso en oro.

domingo, 1 de mayo de 2011

Perder la cabeza










Según se van dando las cosas, cada día estamos más cerca de perder la cabeza que de encontrarnos con la aparición de Santiago Apóstol montado en su caballo blanco, como veía, con frecuencia, mi abuelo Antonio.
Mi ancestro era un hombre inconformista, elegante donde los hubiera, que se dedicaba a tomar nota de las farolas fundidas para que, a la mañana siguiente, se les repusieran las bombillas. Ese rutinario recorrido le concedía mucho tiempo para pensar, y al igual que yo intentó escribir. Él escribía, quién sabe qué, en un cuaderno, a modo de diario o de desahogo ante todo lo que veía y sufría a su alrededor. Mi abuelo tenía una libreta, pero de haber existido Internet, en aquella época, habría sido una gran bloguero.
Pero al igual que se perdió el manuscrito de mi abuelo, que hay quién dice que guarda, como oro en paño, una prima mía que vive en Barcelona; la gente está perdiendo la cabeza y la paciencia por esta hijaputísima crisis.
Mi abuelo, que perdía de vez en cuando la suya, se peleaba mucho con mi abuela y cuando esto sucedía se atrincheraba en su cuarto, donde, por si las moscas, siempre atesoraba pan, vino y butifarra. De ahí no salía hasta que se le pasaba el enfado o se le terminaba el embutido.
He pensado mucho en la rutina de un desempleado, en la que, día tras día, no tiene absolutamente nada que hacer, ni tan siquiera contar bombillas fundidas como hacía mi abuelo paterno. En una situación, tan agónica y humillante, es normal que las personas se desesperen. Recordando a mi abuelo, con su traje oscuro y su sombrero, he pensando en la situación de la gente que está a punto de salir a la calle porque se les están agotando las prestaciones y las viandas. Por ello, me hago las siguientes reflexiones: ¿No habrá mucha gente que esté a punto de perder la cabeza? ¿No podrán los partidos, por un instante, olvidarse del puto partidismo y consensuar, entre todos, las medidas necesarias para atajar esta sangría y poner un atisbo de esperanza en cinco millones de personas?
Esperemos que impere la cordura. Pero, por favor, dense prisa. La paciencia de la gente no es infinita. La gutifarra tampoco.