martes, 4 de octubre de 2011

Meeting



Como los españoles somos muy dados a adaptar las palabras foráneas a la remanguillé, con la palabra meeting no íbamos a hacer una excepción.
Esta palabra, en inglés de la Gran Bretaña, significa reunión y en español su significado se ha limitado, casi exclusivamente, para describir las reuniones de carácter político en las que un líder (otra palabra inglesa) nos arenga con un programa electoral que luego se pasa por el Arco del Triunfo.
En España, ya estamos en pre-campaña. Después de la dimisión de Zapatero -que se dedicará nuevamente a sus zapatos- los líderes y sus asesores andan, a marchas forzadas, preparando sus discursos y sus estrategias para convencernos de que son ellos, y no los otros, los que merecen la confianza de nuestro sufragio.
El pasado domingo, en este canal de las Salinas de San Pedro del Pinatar, una candidata cualquiera, junto a dos de sus asesores, con el culo a remojo, ensayaban con dedicación y alevosía, los matices, las entonaciones, y los gestos más adecuados para conseguir una mejor aceptación, hasta inclusive, de aquellos votantes que no saben ni escribir la o con un canuto.
A la hora de votar lo mismo suma un voto de un médico que de un albañil, de tal forma que, como hay más albañiles y barrenderos que médicos, los discursos se escriben en clave de Barrio Sésamo, con terminología de fácil consumo, esto es: buenos y malos, paro o trabajo, tontos y listos, cerca o lejos, y así.
Así van las cosas por aquí. De cualquier manera, queridos lectores, durante la campaña les seguiré informando. No quiero que se pierdan nada de este circo.

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