viernes, 20 de junio de 2014

A mi sobrino Juan


Hoy me han pedido que le escriba unas bonita palabras a mi sobrino Juan. Con nueve añitos ha decidido no hacer la primera comunión, pero no así a renunciar a una fiesta que se tiene bien merecida.
Por tal motivo, y para erigirme como portavoz de la familia, le he escrito estas breves palabras con las que describir, y poner en valor, su forma de ser, y, al mismo tiempo, transmitirle todo el cariño que le tenemos.
Por otro lado, y esto lo escribo solamente aquí, felicito a sus padres por aceptar la decisión de su hijo, sin que eso signifique ningún tipo de renuncia. Cuando Juan sea mayor y tenga plena capacidad de discernir sobre cuestiones de fe, tendrá tiempo de sobra para afiliarse, con total libertad, a los postulados que más se acerquen a sus convicciones morales o religiosas.

Querido Juan:

"Tener un sobrino como tú no es algo habitual. Tiene, Juan, Mil formas de tirarse a la piscina: el pingüino, el pajarillo, el petardo, la bomba, de cabeza, a la carrera...Son tantos estilos como veces se lanza al agua. Para ese ejercicio, tan modesto, de tirarse a la piscina, Juan, inventa, se esfuerza, muestra su valentía, su vitalidad y sus ganas de agradar a los demás, desplegando, de manera espontánea, sus sutiles dotes de conquistador.
Y es que Juan nos conquista con su sutileza, con su ternura, y su cordialidad como sólo hacen las personas que tienen un don especial.
Hoy, Juan es el protagonista de un acto de fraternidad, de amor, y de orgullo, que su familia, y todos nosotros le queremos brindar por ser como es: tan amigo de sus amigos, tan exigente consigo mismo, tan luchador, tan buen compañero, tan cariñoso y tan humano.
Por eso Juan, y todos los niños que son como él, se merecen que todos nosotros les apoyemos, que luchemos por un futuro mejor para ellos, y no los dejemos nunca solos.
En un día tan especial como hoy, deberíamos todos sentirnos un poco como Juan, cordiales, sinceros, amables, cariñosos, humanos, y si, por un momento, fuésemos capaces de ponernos en su piel, nos daríamos cuenta de las grandes lecciones que Juan y todos los niños nos ofrecen de manera generosa todos los días.
Hoy, en este día tan especial en el que Juan comienza a ser mayor, todos nosotros deberíamos tomar buena nota de cuanto nos aportan nuestros hijos, nuestros sobrinos, o nuestros nietos. Todo lo bueno que hay en ellos, todo lo bueno que hay en Juan, lo llevamos dentro de nosotros, ya que todos llevamos un Juan, y a este Juan, dentro.
Muchas gracias Juan, por ser como eres, y muchas gracias a todos por haber tenido la gentileza de venir a compartir con él y con toda su familia, este momento tan especial.

¡Muchas felicidades, Juan!"


4 comentarios:

  1. Bonita edad , donde los miedos y perjuicios todavía no existen , supongo que será Juan sin miedo!!!

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    1. Claro, Mario, es un sobrino valiente que sabe lo que quiere y lo que no quiere.

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