sábado, 1 de julio de 2017

De legionario a santón


Jerónimo Amigo era un tipo peculiar. Pese a su apellido, desde preescolar no se le conocía amigo alguno. Era un tipo huraño, de aspecto enfermizo y más feo que pegarle a un padre. En la mili lo destinaron a regulares y, para darle alguna utilidad inherente a su aspecto físico, le encargaron la muy loable tarea de cuidar a la cabra. La muerte repentina de la cabra lo llevó a enfrentarse a una especie de consejo de guerra que lo condenó a fregar letrinas de por vida desde que sonara el "Quinto levanta tira de la manta" hasta el toque de retreta, que por cierto, a él siempre le pillaba en el retrete. 
Evidentemente, por estos motivos y por otros más inconfesables, Jerónimo Amigo se dio de baja del glorioso Ejército Español, para irse a una comunidad hippie de las Alpujarras granadinas de la que había tenido noticias escuchando Radio Nacional. 
El gurú de la comunidad, a los días de su llegada, y tras de mirarlo fijamente a la cara un par de veces, lo asignó al cuidado de las cabras, con cuya leche fabricaban un queso artesano con el que mantenían aquella comunidad en la que el sexo libre, entre otras filosofías más complejas e inexplicables, marcaban la identidad y el devenir diario de sus seguidores. 
La cuestión fue que el sexo, al fin y al cabo, no era allí tan libre como se pregonaba ya que Jerónimo Amigo no se comió un colín durante los tres meses que aguantó en aquella sierra cuidando de las cabras y haciendo queso. 
Asqueado de su desdicha, metió unas cuantas cosas en un zurrón, se apropió de un macho y varias cabras de las que más leche daban, se puso una zamarra de piel de cabra y un taparrabos que él mismo se había confeccionado como vestimenta, y con nocturnidad y alevosía se marchó a fundar la comunidad de adoradores del macho alfa junto a una sueca miope que había perdido sus gafas y no tenía dinero para comprarse otras.
En la actualidad, la comunidad creada por Jerónimo supone un modelo de desarrollo sostenible vanagloriado en toda Escandinavia, y es la envidia de toda la Alpujarra debido a las trescientas suecas miopes que le acompañan.
Según una reportera noruega que recientemente visitó la comunidad para realizar un extenso reportaje para un revista de vida alternativa, el gurú se exhibe todo el día sentado en un trono realizado con maderas de la zona, viste un taparrabos de piel de cabra, y sobre su cabeza luce un chapiri de cabo primero de la legión. 
Dicen en su pueblo que Jerónimo Amigo continúa, a día de hoy, sin tener un sólo amigo, y muchos son los que opinan que ni falta que le hace.

15 comentarios:

  1. Hola Jose , al fin y al cabo no le fue tan mal , por que si tiene todo ese haren de suecas miopes y tiene tantas cabras , no puede pedir más , me a gustado mucho tu relato , me alegro de volver de nuevo por aquí , es que por motivos de salud estube casi 9 días ingrsada , y poco a poco voy visitando a los blogs amigos , te deseo un feliz fin de semana , besos de Flor.

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  2. Tuvo el destino muy definido desde el principio y creo que lo pasa mejor que muchos que socializan mucho. Es muy divertida entrada.
    Un abrazo.

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  3. Jajajaja....y tenia que ser un cabo primero?....yo fliparia en la cresta del gallo y con una comunidad de tapa rabos

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  4. Hay ocasiones que la ironía es la que reina en tu vida.
    Espero que en algún momento se rompa esa mala suerte y se lo coma todo :)

    Besos

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  5. Ay José! Me he reído con tu relato. ¡Muy bueno!
    Ese personaje que has sacado de tu creativa galera, es una genialidad.
    Un abrazo y me alegra haber encontrado tu "casita del letras"

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  6. Ni la menor falta. Suerte la suya.

    Saludos,

    J.

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  7. No cabe duda, que siempre hay un tal para cual, no quiero imaginar lo feo que era, que lo único que pescó fue una miope sin lentes jajaja que risa me dio eso, muy bueno tu relato.

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  8. Pues no está tan mal!

    jajajaja

    Saludos =)))

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  9. Pues sí que dio vueltas, pero por lo visto no termino nada mal.

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  10. Destino a su favor.
    Con las cabras, el macho y las miopes, para que le hacen falta los amigos.
    Una buena semana y un abrazo.
    Ambar

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  11. Pobre amigo.Por ser arisco o feo ,le llevan siempre a cuidar cabras!
    Hizo bien en ponerse por libre,así no necesitaba elogios de nadie.
    Quién sabe en el fondo cómo era en realidad!!
    Besucos y gracias por tu comentario

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  12. Pues a pesar de todo ello, quizá aún vuelva algún día a la legión a ponerle las pilas a mas de cuatro, contar sus vivencias, y entonar de nuevo El novio de la muerte. Además experiencia con las cabras ya tiene.

    Abrazo.

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  13. Apreciable relato. Construido con un humor proverbialmente suyo. Bueno, pero no todo fue vano par el protagonista, que al fin pudo encaramarse la corona con un harem de mujeres miopes. Un abrazo. Carlos

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  14. Jerónimo resulto ser más listo de lo que aparentaba!!

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  15. Ha sabido buscarse las habichuelas...

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